Jacarandá querida, o de cómo la cursilería asaltó el blog

22 abril 2012




Jacarandá más de pueblecito que de ciudad. Feliz cumpleaños. Te quiero mucho. (Disculpa lo poco poético de mi participación)

Nardo (de banqueta)

Dibujo de Gaby
Tengo que concentrarme para no desarticular demasiado esta dedicatoria, es decir, brincar arbitrariamente entre los distintos recuerdos y vivencias. Quiero lograr una verdadera heteroglosia que no disuelva las conexiones, sino que fotografíe con precisión la luz de una persona para dejarla siempre viva en mi mirada, cada vez que cierre los ojos. Trabajando en esa dificilísima meta me encontré como por coincidencia con tu escritura, sólo para darme cuenta de que, curiosamente, eso que buscaba ya está en ella. Espero aprender, en tiempos por venir, algo más de ti. Entonces, mi dedicatoria se convierte ahora en una felicitación. Felicito cada letra, cada palabra, cada frase, cada imagen y cada centelleo de imaginación expresada; cada tú, cada hoy, cada ayer, cada mañana.

Fresno. 

Siempre he admirado las jacarandas. Florecen en los momentos adecuados e iluminan, no sé si sin querer, el paisaje y el resto de los árboles. Y lo hacen con tal sutileza que pocas veces volteamos a agradecer.
Hoy es un buen día para ello, porque, por si fuera poco, de entre todas eres la más hermosa. 
Gracias por convertir el día a día y momento a momento en años de entrañable amistad. ¡Feliz cumpleaños! Que reboses cada día más y Dios cumpla los anhelos de tu corazón. 

Arce.

Aurorita boreal, 


Tu llenabas mi ártico con luces, como si quisieras hablarme de mundos donde los árboles enraizan, los colores vibran y el cariño se siente en abrazos apretujados.


En este caso no creo que las palabras alcancen a decirte mi sentir... Quizá la memoria pueda. Estos años se han ido entre insolaciones, canciones de Café Tacuba, lágrimitas débiles, risas fuertes, preocupaciones estridentes, textos sin cabeza, cupcakes voladores, y sobre todo, mucho, muchísimo, muchérrimo, muchisimierrimo amor.
Te quiero mucho.
Aunque ya no en la misma jardinera de ladrillitos rojos, espero que las calles de los años venideros estén llenas de florecitas violetas, así como si fuera a pasar el carnaval de la vida.


G.


Para mi los números describen cosas exactas, fenómenos físicos: velocidad de la caída, torque implementado, temperatura de la flama. Por ello encuentro extraño que la edad se mida con números. Cuerpos nacidos en un día idéntico envejecen o crecen a destiempo. En lugar de preguntar cuantos años tiene una persona deberíamos mejor cuestionarle ¿Sobre cuantos charcos haz saltado? ¿Cuántos mangos haz engullido?¿Qué número de uñas se te han caído? Quizás entonces, si las festividades cronológicas estuvieran compuestas de un aglomerado de nimiedades, las festejaría. Feliz y dades.


Slvdr 


1 comentarios:

Jacaranda dijo...

casi se me caen lagrimitas moradas sobre el pavimento

Los quieros como cascadas!

gracias, además, por el asalto.

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