Bestiario V

16 abril 2012

Desvergonzado, se pasea de la mano de la argentina. Él, que sabe que todas las mexicanas estamos detrasito de sus pasos de bombero. Agarra y la sujeta fuerte de la cintura de avispa, y le roba unos besos calientes, como los que seguro dan en Argentina. Ella es indiscreta, fogosa como incendio y tiene el descaro de ser pelirroja. Allá van, con su bamboleo, él con su armatoste de cangrejo y ella con un vestidito que apenas ocupa para volar. No hacen buena pareja, pero ya sabíamos que iban a terminar así, uno con otro, como dos deseos que sólo se cumplen a sí mismos, y que nos dejan en el traste a todos los demás. Así van, caminando, una por las nubes, el otro dando pasos de gigante, orgulloso y torpe campeón. Torpe, en serio, porque la argentina que se regresa en un par de meses. Por eso es que yo creo se besan tanto, por eso hay tanta lluvia estos días, porque hacen truenos esos dos, una con su cancioncilla entrecortada, el otro con su rugido de toro, hacen lluvia, se les ve de lejos que no pueden hablar de otra cosa que no sean sus besos de argentina, y sus besos de campeón.

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