P

25 noviembre 2011

Se supone que dedicaría el tiempo para corregir el ejercicio que "postie" anteriormente. Se supone que debería de haber lavado la casa de las tortugas. Se supone que debería estar con O. practicando maquillaje zombi. Se supone que debí de haber llegado ayer a clases. Se supone que no debería dormir con Noli en cama. Se supone que el fin de semana pasado debí de haber terminado trabajos finales. Se supone que debería de estar escribiendo trabajos finales.
Esto de hacer lo que uno debe hacer está cabrón. Sobre todo porque Noli viene, me lame la pierna y me ve con sus ojitos de perrito bebe. ¿Qué hacer? Pienso: A la goma! y me pongo a jugar con ella o a escuchar música o cualquier cosa. Mi disciplina es intocable -cómo lo haría si nisiquiera la encuentro! jaja-
Casi siempre espero a las vacaciones para hacer las "cosas que quiero" y cuando llegan, no hago nada y así, me la vivo postergando. ¿Para qué? Podría hacer una lectura hermenéutica, deconstructivista, estructuralista, psicoanálitica. No sirve de nada.
Mejor me voy a hacerlo o al menos a intentar.

Well, well, well.

20 noviembre 2011

Once, I looked up and saw a tiger cub entering the garden. Strange though, I thought tigers didn't exist and the garden was in the Imaginary order.
En "esta dimensión del engaño", las imágenes provenientes del espejo eran mi única posibilidad de interacción con el tigre, pequeño, cariñoso y juguetón.
Algunos días experimentaba sobre mi piel con sus garras y, cuando creaba heridas -que también eran suyas-, lamía con extremo cuidado intentando resarcir el daño. Sólo una vez experimentó con sus colmillos, lo que resultó en un torrente de sangre que, para nuestra sorpresa, parecía podrida. Sobre el pasto dejó una mancha similar a una de aceite de carro. Nunca la pudimos quitar por más que limpiaramos, arrancáramos el pasto o moviéramos la tierra.
Ahora, con sangre nueva producida por ambos, sabemos que ha llegado la hora de morirse-matarlo. Él no ha intentado huir. Al contrario, se adentró en mí por las heridas abiertas.
Sostengo el arma. Aún no puedo destruir el espejo.

desayuno

18 noviembre 2011

desayunar kiwi y plátano
y que el mundo que habita los platos azul y blanco
los que no se usan y sólo se contemplan
empiece a desprenderse de su mundo vertical y frío
y aterrizan en los respaldos de mis sillas dos golondrinas
y me acompaña en el desayuno un guerrero japonés 
al que casi tengo que adivinarle la cara
y tres campesinos de la edad media y su buey, que ya han dejado la sala llena de lodo, parecen asustados, discuten entre ellos
                   rodean la televisión y la tocan con tremenda desconfianza.
y como no voy a ponerme averiguar qué pasó,
corro por mi libro de haikus y le pido a mi japonés que los lea
así se me va la mañana...
(entre palabras que no conozco pero que me hacen temblar) 
hasta que los platos 
vuelven a absorber a sus personajes 
y desprenden un sutil golpe de luz.

Nardo



Inmadurez psíquica

07 noviembre 2011

Hoy el texto viene desde el enojo y como este, es breve.

1.
Como diría Cardenal:
Tú ni siquiera
mereces un
epigrama.


2.
En mis palabras:
A
la
chin
gada.

3.
Como ya estoy más tranquila y -admitámoslo- con el pecho menos ardido, me haré discursos donde fundamente esto racionalmente.

4.
Después, cuando ya no sienta nada. Se quedará en mi memoria y reverdecerá, porque a su luz los recuerdos son cálidos.

5.
Esperemos a que eso pase.

6.
Disculpen la mediocridad.



(Lo escribí hace tiempo, a la ceiba ceibosa le gustó. lo re-pongo)