Hoy el texto viene desde el enojo y como este, es breve.
1.
Como diría Cardenal:
Tú ni siquiera
mereces un
epigrama.
2.
En mis palabras:
A
la
chin
gada.
3.
Como ya estoy más tranquila y -admitámoslo- con el pecho menos ardido, me haré discursos donde fundamente esto racionalmente.
4.
Después, cuando ya no sienta nada. Se quedará en mi memoria y reverdecerá, porque a su luz los recuerdos son cálidos.
5.
Esperemos a que eso pase.
6.
Disculpen la mediocridad.
(Lo escribí hace tiempo, a la ceiba ceibosa le gustó. lo re-pongo)
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