Reencuentro

25 noviembre 2013

Hoy decidí volver a poner texto entre mis hojas. Y es que hace mucho que no daba ni un pío... Lo lamento. Y digo lo lamento en serio, porque volver a encontrarme con esta comunidad de fierecillas literarias fue una bocanada de aire fresco. No sé ustedes, pero quiero continuar esto por mí, al menos. Me hace bien hacerlo, me hace bien leerlos y, por demás está decir, los extraño. El bosquecito que un día fue y que se ha ido abandonando. Me gusta el frescor boscoso, y la variedad tan... como decirlo, jocosa. Porque al final sé que este es un grito ahogado, y que cada uno ha ido evolucionando a lo suyo. Pero igual. En fin, esto sólo es un recuerdo arcenal para pedirles, arbolitos, que volvamos a ser huerta y bosque; que a mí me hace falta. Abrazos fraternales.

1 comentarios:

Jacaranda dijo...

Soplo un poquito. Es...es que creo que ya se me deslizaron las letras por el boquete de mi memoria, hasta desaparecer. No sé muy bien si en algún momento fueron mías, o si solamente se me pegaron, sanguijuelas, atoradas en mi garganta como un dolor profundo.
Ahora, triste, las amontono como basura, una letra tras otra, como judíos al horno: desnudas y deshechas.
Las sufro, como madre abandonada por sus hijos.
Pero a ti te quiero, y el amor es como la palanca que empuja mi existencia.
Te mando un soplo de flores.

Publicar un comentario