bestiario III
30 marzo 2012
Kafka
23 marzo 2012
El recuerdo bloquea al deseo, lo calca, lo hace regresar a los estratos, lo separa de todas sus conexiones.
- Gilles Deleuze y Félix Guattari
Sin embargo, para ellos, esta desventaja es aceptable siempre y cuando forme parte del rizoma. ¿Y qué es, de alguna manera, el rizoma? La esquizofrenia: queda entonces el esquizoanálisis.
Las continuas imágenes kafkianas de levantarse y romper el techo con la cabeza, o tener que estar agachado o encorvado por el techo mismo (ver América, El Proceso, El Castillo, La Metamorfosis...), hacen referencia a bloques de memoria - alegorías complejas de interrelaciones sensoriales - que reconectan al deseo, y lo dirigen por lo general a recuerdos sonoros que forman parte de un devenir inasequible, "indesmontable". Esta "inasequibilidad" es una desterritorialización esquizo que permite efectivamente el escape, la huída hacia nuevas conexiones que son cada vez más "paradójicas" o "incoherentes" y a la vez más instituyentes de relaciones afectivas y efectivas: se trata de un imaginario dialéctico.
Los recuerdos sonoros, además, son pura materialidad sonora, son ruidos o voces en cuerpos "que no les corresponden", y que arrastran las acciones del que los escucha, como en una especie de magnetismo que tiene la capacidad de metamorfosear las acciones propias. Es decir, el que produce una acción (particularmente un sonido) lo hace para que esta se reconfigure en el espacio material y le sea devuelta de tal manera que siempre no signifique lo que antes parecía significar: una especie de no-elipsis, que me gustaría llamar topología del interior. ¿Cuál interior? Ninguno, el que parece surgir cuando la materialidad (sonora o de otro tipo) nos devuelve la acción ya metamorfoseada, reconfigurada, desterritorializada.
La materia "no formada" o siempre inasequible es ese aquello que siempre ejerce su acción sobre los otros términos o elementos: la "paradoja" de fondo es que siempre hay la posibilidad de que esta surja del sujeto mismo, y le sea devuelta de manera no-reconocible, ahora sí como en una especie de elipsis que, sin embargo, no es elipsis. Así pues, y volviendo al principio, la cuestión no es oponer una liberación contradictoria a un algo obsesionado con significar dictatorialmente, sino, antes bien, a producir una continuación esquizofrénica de puntos de salida, de direccionamiento, de reproducción-reconstitución permanente (y decir "permanente" ya es un equívoco en este caso), de "significar" significando lo menos posible: no apto para hermeneutas. Deleuze llama esto, con suficiente (mas no gran) acierto, intensidad(es).
Acaba
III.
22 marzo 2012
que no hay manera de...
No hay nada.
Se escapa de mi pecho
no sale a ningun lado.
Es nada lo que tengo
porque es nada lo que siento.
Que nada es lo que queda.
No se puede
ya nada.
Uva pasa.
Érase una vez.
Érase una vez una uva.
Érase una vez una uva pasa.
Érase una vez una uva pasa que se secó.
Érase una vez una uva pasa que se secó por soledad.
bestiario II
21 marzo 2012
bestiario 1
20 marzo 2012
Día y Sol.
18 marzo 2012
Pero tal vez esto último no es verdad, porque así como el sol lastima y curte las pestañas cuando las toma desprevenidas, las palabras que todas ustedes pronunciaban sin siquiera hablar fueron esculpiendo con cincel y poco a poco cada espacio de mi ser. Esas palabras que no necesitan ser pronunciadas para marcar un acontecimiento o una hendidura en el suave material de mis sentimientos; esas palabras que son actos que son cuerpos y olores o sustancias que se combinan siempre de maneras diferentes, pero que trágicamente finalizan con el mismo resultado. Y no digo todo esto para excusarme de mis múltiples y solapadas faltas: ha llegado el momento de acabar esta escultura que fue modelada con desgracia por duros materiales que no eran capaces de notar la delicadeza y el detalle de aquello que trabajaban. Ha llegado el día en que entrego la obra que fue hecha por ustedes, in which I deliver the innermost damage done so that you can do what you want with it. After all it's yours, you are the artists. No es necesaria para mí, ahora que ya comprendo que no voy a poder volar jamás, que no voy a volver a ser aquello que me prometí que sería...
Imaginario dialéctico, ¡Vaya estrategia! Tú también te derrites como cada pliegue de mis manos en este fuego que no es mío pero que nunca, nunca paró de calcinarme. Ya volverá ese tiempo otro que me entregue lo mínimo necesario y se abstenga de hacer comentarios a propósito de mí. Ya llegará esa fuerza de hierro con sabor oxidado para mantener a raya los impulsos más nobles o ingenuos de reconstrucción. Usted, ¿es feliz siendo infeliz?
Discusión abandonada.
15 marzo 2012
peligro de extinción
05 marzo 2012
de mi abuela
son como tarántulas
han recorrido
tantas selvas
en tantas ocasiones...
y su cansancio es irreparable
- tiemblan -
como tiembla la luz
a través de nosotros.